NOTA DIARIO HUARPE
La provincia activó la línea de 500KV que alimentará a los departamentos alejados, permitirá el desarrollo productivo y posibilitará más generación fotovoltaica.
Los departamentos alejados de San Juan estaban cada vez más cerca de alcanzar un techo eléctrico, debido a que la demanda y generación estaba alcanzando a la capacidad distributiva. Pero el pasado domingo, gracias a una de las obras eléctricas más esperadas, la red sumó la línea de 500KV que une San Juan con Rodeo y las posibilidades aumentaron casi al doble. La puesta en funcionamiento fue el domingo 27 de junio, fecha que quedará en los archivos como el momento en el que buena parte de la provincia quedó preparada para dar un salto productivo.
Se trata de la segunda línea de muy alta tensión que se construye en la provincia, la obra que continúa el avance de la línea de 500KV Mendoza – San Juan. La obra empezó en 2018 y costó alrededor de $7.000 millones. Además de ser una de las pocas que instala una conexión de este tamaño con tantos kilómetros en la cordillera.
Pero por fuera de los números de inversión, este proceso significa para la provincia ampliar la capacidad eléctrica como nunca se ha hecho. Según explicó a DIARIO HUARPE Oscar Trad, vicepresidente a cargo de la presidencia del EPRE, esta obra permitirá la instalación de industria, de agro, de nuevos proyectos mineros y, en el corto plazo, impulsará la generación fotovoltaica.
Un sistema eléctrico que casi alcanzaba su límite
Para entender la necesidad de esta obra, que es parte del Plan Federal Eléctrico, se debe tener en cuenta cómo estaba el sistema provincial antes de la misma.
Antes de 2011 tanto Valle Fértil como Calingasta se alimentaban generando energía con combustibles fósiles, ya que no estaban conectados al resto de la provincia. Era un sistema poco ecológico, caro y con bajo rendimiento. Entre ese año y el siguiente surgió una línea que conectaba el Gran San Juan con Jáchal y en forma de “T” interconectaba todos los departamentos alejados.
Pero esta distribución hacía que si fallaba una estación todas estas zonas quedaban fuera de línea. Algunos cortes podían durar días y, además, solo puede transportar 132KV, que hasta hace un tiempo era suficiente, pero estaba llegando a un límite.
Como ejemplo, Trad citó el caso de la línea que llega hasta la planta fotovoltaica Guañizul, que empezó a funcionar hace dos años. Ese tramo solo puede trasladar unos 85Mw. Si bien la zona consume esa cantidad, cuando el parque solar empezó a funcionar copó toda la capacidad para enviar energía, ya que genera unos 80Mw. Poco después empezó el proyecto Guañizuil 2, que generará otros 100Mw en la misma zona y la línea actual ya no alcanzaba.
Toda la zona cordillerana norte es una de las mejores zonas del país para convertir energía solar en eléctrica, por la calidad del cielo y la altitud. Una de las ilusiones que genera esta línea es que más proyectos energéticos puedan abrirse ahora que cuentan con la infraestructura.
La flamante línea de 500KV conecta toda la zona cordillerana y es suficiente para el nuevo parque solar iglesiano, que está prácticamente listo para empezar a enviar energía, y decenas más. La línea también permitirá que se instalen nuevas industrias como puede ser la agricultura y el turismo, que tampoco tenían capacidad energética. Eso sin contar que será una herramienta fundamental para los proyectos mineros del cobre, que tienen necesidades eléctricas muy altas.
Cómo se financiaron las obras
La línea se paga 50% con fondos nacionales y otro 50% con fondos provinciales. Desde Nación llegan fondos porque además de ser obras estratégicas para la provincia, este tipo de líneas son un refuerzo para el sistema interconectado nacional.
De lo que pone San Juan se saca de dos fideicomisos, que reciben aportes por un lado de la tarifa, lo que se conoció como el fondo PIEDE, y el otro fue un acuerdo con empresas mineras. En estos años han aportado un total de 130 millones de dólares en este tiempo.
El caso distintivo es el caso de Veladero, la mina iglesiana que aportó un total de 90 millones de dólares y nunca se conectó a ninguna de las obras. La explotación se alimenta a través de generadores diésel y ahora está en proceso de conectarse a una línea que importará energía de Chile. Gualcamayo y Casposo son las minas que sí utilizaron las líneas que aportaron para pagar, pero a su vez son conexiones que gestiona por completo la provincia. Esto se logró, explicó Trad, gracias a convenios en los que se obligó a las minas a pagar la infraestructura local.
El fondo PIEDE empezó a reducirse paulatinamente en las boletas de los sanjuaninos desde finales del 2020 y desaparecerá por completo en 2025.
Lo que se viene en el Plan Federal
La línea actualmente no está funcionando en su capacidad total. La instalación del tendido permite la distribución de 500KV, aunque por el momento está trabajando a 132KV. Esto se debe a que para sacarle todo el provecho era necesario comprar un transformador que soporte esa potencia lo cual llevaría a una inversión mucho mayor. Solo el equipamiento cuesta más de 10 millones de dólares.
La línea actualmente no está funcionando en su capacidad total. La instalación del tendido permite la distribución de 500KV, aunque por el momento está trabajando a 132KV. Esto se debe a que para sacarle todo el provecho era necesario comprar un transformador que soporte esa potencia lo cual llevaría a una inversión mucho mayor. Solo el equipamiento cuesta más de 10 millones de dólares.
En cambio, el EPRE decidió poner un transformador menor y no ampliar todavía la estación transformadora de San Juan. Cuando estas dos obras se realicen, en la próxima etapa, la línea sí dispondrá de 500KV de capacidad. Luego de esto, en un último paso, quedará la construcción de la tercera línea de muy alta tensión que conectará Rodeo con La Rioja.
Fuente: Diario Huarpe
